Pero como norma general, en nuestra clínica preferimos aconsejar las carillas de composite en dos supuestos muy concretos.
· Al terminar un tratamiento de ortodoncia
En algunas ocasiones, cuando se finaliza la ortodoncia, es necesario llevar a cabo pequeños retoques para mejorar la forma o el tamaño de los dientes.
Esto sucede cuando el diente ya ocupa su posición correcta, pero no tiene un tamaño adecuado.
También puede darse este caso si dos piezas dentales no son simétricas o si es necesario cerrar pequeños espacios.
· Cuando la carilla se coloca en un solo diente
Si la corrección del defecto relacionado con la forma, el color, el tamaño o la posición se debe realizar en una única pieza dental, es preferible utilizar composite.
Con este material resulta más fácil conseguir que el color de la carilla sea igual al del resto de dientes, pues el composite se mimetiza mejor con el esmalte que la porcelana.
No obstante, el tratamiento tendría que ser valorado por la Doctora Estela y así poder aconsejar y personalizar su caso de la mejor manera posible.
Las carillas de composite tienen como principales ventajas su precio, facilidad de reparación en caso de rotura y la rapidez con la que se colocan.