02 de Noviembre de 2023

Envejecer bien se ha convertido en un pilar de la salud. Lejos de buscar una apariencia que no corresponde a nuestra edad, lo que se pretende es envejecer con armonía, suavizando los efectos más molestos del tiempo pero sin ocultarlos. Y lo mismo pasa con nuestra boca, dientes y encías, que hay que cuidar no solo por cómo se ve, sino también por nuestra salud, ya que una boca descuidada puede ser la causa de infecciones y otros problemas graves.

Por eso, nuestra dentista en Jaén, la Dra. Cristina Carvajal, te cuenta en este artículo cómo retrasar el envejecimiento de tus dientes y encías. 

Síntomas del envejecimiento bucodental

El envejecimiento oral varía según la persona, y se puede evitar muchas de sus consecuencias con una buena higiene dental y revisiones periódicas al dentista. También hay tratamientos antiage que mejoran la salud y el aspecto de los dientes y las encías, pero estos son los síntomas más habituales de envejecimineto bucodental:

• Pérdida de piezas debido a afecciones como la enfermedad periodontal, la caries dental y el desgaste. Esto afecta, a su vez, a la función masticatoria y la apariencia.
• Desgaste dental debido al uso constante. Los dientes se vuelven más pequeños y propensos a la sensibilidad dental.
• Cambios en el color, los dientes se vuelven más amarillos o manchados con la edad debido a ciertos alimentos y bebidas pigmentados y al desgaste del esmalte.
• Pérdida de densidad ósea en la mandíbula, que puede contribuir a la pérdida de dientes y cambios en la forma facial.
• Encías retráctiles. Las encías tienden a retroceder con el tiempo, lo que lleva a exponer las raíces de los dientes. Esto aumenta la sensibilidad dental y el riesgo de caries.
• Problemas de las articulaciones temporomandibulares (ATM), lo que puede causar dolor, dificultad para abrir y cerrar la boca y otros síntomas relacionados con la mandíbula.

Cómo retrasar el envejecimiento de tus dientes y encías

No se puede evitar el envejecimiento de los dientes y las encías, pero sí se pueden atenuar o retrasar sus efectos. Para ello, es fundamental el cuidado y la higiene bucal. Hay que visitar al dentista con frecuencia y usar los productos de higiene que nos recomiende. También hay que cepillarse los dientes correctamente, usar hilo dental y enjuague bucal. La encía es un tejido que hay que proteger, con un buen cepillado, y sin usar dentífricos que la dañen. Además, hay que beber mucha agua, para favorecer la producción de saliva, que ayuda a eliminar bacterias en la boca.

• Limitar el consumo de alimentos ácidos para evitar posibles erosiones.
• Mantener una higiene dental diaria que ayudar a evitar muchos de los signos del envejecimiento oral al evitar muchas enfermedades y patologías de la boca.
• Las cerdas del cepillo deben ser de suaves a medias, de esta manera no dañamos las estructuras dentales ni el soporte como la encía. Es bueno usar pasta de dientes, pero poca cantidad, como el tamaño de un guisante y a ser posible de buena calidad y fluorada.
• Beber mucha agua: porque el agua contribuye a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias en la placa dental, previniendo la sequedad bucal y estimulando la producción de saliva, considerada como una de las principales barreras contra las bacterias que habitan en la boca.
• Vistas al dentista dos veces al año: siendo lo más recomendable dos veces al año, para conseguir una profilaxis oral generalizada y detectar problemas a tiempo.

No vale de nada tener un cuerpo espectacular o una actitud positiva a cierta edad, si la boca nos da problemas o nos impide sonreír. La prevención es clave para la salud en general, y más aún para la boca, que afecta a nuestro bienestar y a nuestro dinero…

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