16 de Diciembre de 2019

Cuando nuestros pacientes se encuentran con la necesidad de reponer un diente perdido, muchos de ellos se plantean la siguiente duda: ¿Es mejor que me ponga un implante o un puente dental?

Ambas alternativas cubren, aparentemente, el objetivo: reemplar la pieza dental natural y que se recupere la completa funcionalidad y estética de la boca. Sin embargo, si se analizan en profundidad, no es menos cierto que tanto los implantes como los puentes presentan una serie de ventajas y desventajas.

Pero, antes de comenzar a hablar de los beneficios y los inconvenientes, vamos a definir bien qué es un implante y qué es un puente.

Puentes dentales o implantes: ¿cuál es la diferencia?

¿Qué son los puentes dentales?

Un puente dental es una estructura compuesta por un conjunto de coronas y que sirve para simular la forma de varios dientes. Se fija mediante un cemento dental sobre los dientes naturales que tiene la persona que lo lleva. Para ello es imprescindible tallar los dientes adyacentes ya que la corona se coloca sobre ellos.

Además, los puentes dentales se colocan de manera fija, es decir, como van cementados sobre los dientes naturales del paciente, solamente pueden ser retirados en la consulta del dentista.

¿Qué es un implante dental?

Un implante dental es un pequeño tornillo que se inserta en el hueso mandibular del paciente. Su finalidad es la de reemplazar la raíz del diente ausente. Para otorgar al implante plena funcionalidad y estética, será necesario colocar, encima del tornillo, una corona dental. Dicha corona será la que simule la forma del diente original perdido.

Al contrario de lo que ocurre con los puentes, cuando colocamos un implante no debemos tallar los dientes vecinos. Ya que el implante se inserta en el orificio vacío, no necesita apoyarse en el resto de dientes y funciona con independencia de éstos.

¿Qué es mejor: un implante o un puente?

Si tuviéramos que generalizar, diríamos que los implantes son siempre una opción mejor que los puentes. Sin embargo, en lo que respecta a la salud no es conveniente generalizar.

La elección dependerá del caso de cada paciente, de sus necesidades y de los aspectos a los que otorgue importancia.

Ventajas y desventajas de los implantes y los puentes

A la hora de decidir cuál es el tratamiento más adecuado para el paciente, los odontólogos valoramos, fundamentalmente, cuatro aspectos.

• Duración. El implante dental es una opción mucho más estable a largo plazo, ya que en el caso del puente su estabilidad depende, en gran parte, de los dientes vecinos y a que no desarrollen ninguna patología, como puede ser la caries.
• Estética. Tanto el implante como el puente dental tienen una funcionalidad estética y responden muy bien a las necesidades del paciente. Sin embargo, es cierto que el implante proporciona un aspecto mucho más natural a la sonrisa.
• Tallado. Tal y como hemos explicado anteriormente, para colocar un puente es necesario tallar las piezas dentales vecinas, las cuales están sanas. Esto tiene dos inconvenientes principales:
  • Por un lado, se corre el riesgo de dañarlas.
  • Por otro, los dientes adyacentes quedan reducidos de por vida. Y, al tener un tamaño más pequeño, necesitarán ir siempre cubiertos por una corona.

En cambio, cuando se coloca un implante, el resto de piezas dentales no resultan afectadas.

A modo de resumen, y teniendo en cuenta todo lo anterior, se podría decir que los implantes son un tratamiento más conservador que los puentes.

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